#LaColumnade Ariel Vilchis 🖋️
Llegó la hora de la verdad, esta semana inicia la campaña electoral federal en la que se enfrentarán las coaliciones conformadas por Morena, PT y PVEM contra la llamada oposición integrada por PAN-PRI Y PRD. Buscarán ganar la confianza de la ciudadanía para llegar a la presidencia de la República y obtener senadurías y diputaciones federales.
En primera instancia, pareciera que aquí en la entidad la competencia estará centrada en estas fuerzas políticas y sin duda así lo será en el caso de la presidencia, la cual ya la disputan Claudia Sheinbaum y Xóchitl Galvez. Sin embargo, la irrupción de Movimiento Ciudadano con el registro de candidatos propios podría inclinar la balanza en otras campañas, como lo es la del senado de la República.
La irrupción de Movimiento Ciudadano, quien tiene la intención de competir de manera clara y decidida por un escaño en el senado —tal y como lo dejan ver al registrar la fórmula encabezada por Álvaro de la Peña y Maritza Muñoz—, rompe el esquema de una competencia entre dos y tercia una campaña que, de darse la condiciones, podría dejar sin representación a la llamada oposición integrada por PAN-PRI Y PRD, mandándolos al tercer lugar en la elección al senado.
Si bien es cierto que la ventaja electoral en BCS la tiene Morena y sus aliados, también es cierto que la oposición (PAN) se sentía cómoda haciendo cálculos electorales con escenarios donde el resultado electoral les permita acceder a posiciones plurinominales o de primera minoría (en el caso del senado) sin mayor contratiempo por la falta de competencia. En definitiva, ya no podrá ser tan fácil y deberán ajustar sus estrategias si no quieren terminar en el sótano electoral el próximo dos de junio.
De tal manera que, en Morena y aliados, su intención del voto superior al cincuenta por ciento los mantiene como favoritos para que Lucía Trasviña y Homero Davis ganen la elección y lleguen al senado. En tanto la intromisión de un tercero en discordia pone en duda razonable si Susana Zatarain, del lado de los aliancistas, o Álvaro de la Peña, por Movimiento Ciudadano, se quedan con la senaduría en primera minoría.
Serán tres meses de intensa campaña donde el triunfo o la derrota la definirán las estrategias de los equipos de campaña, tanto de Álvaro como de Susana, donde el margen de error será poco y las equivocaciones les puede costar el no llegar a la cámara alta del congreso de la unión. En definitiva, el tercero en discordia rompe el escenario político y reconfigura la competencia.
Y aún falta la definición de las candidaturas locales, pero esa será otra historia…
Así las cosas. Es mi opinión, al tiempo…
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