Micrópolis / Por Bertoldo Velasco Silva

Entran al relevo municipal los alcaldes. Salvo Los Cabos, Mulegé, Comondú y La Paz, enfrentan serios problemas financieros. Loreto, es un enigma. Las deudas, la mala administración, los enjuagues de los ediles. Fracasos administrativos, pero aún así, a partir de hoy 24 empieza la parafernalia de tomas de posición de las presidencias municipales.

Con los ayuntamientos totalmente quebrados económicamente inician hoy, en Mulegé, con Edith Aguilar Villavicencio, los cambios de gobierno. Mañana sábado 25, será en Loreto con Paola Cota Davis; el domingo 26, en Comondú, donde Iliana Talamantes asumirá la alcaldía; el lunes 27, será en La Paz, con Milena Quiroga Romero, y el martes 28, será en Los Cabos con Oscar Leggs Castro. Ceremonias a las que ya confirmó su asistencia el gobernador Víctor Castro Cosío.

El denominador común de los Ayuntamientos es de bancarrota. No se le puede llamar de otra manera. Deudas al ISSSTE, al Fovisste, Fonacot, a la Comisión Federal de Electricidad, pero principalmente con el personal, como sucede en este caso tan especial Mulegé, donde Felipe Prado Bautista, debido ya sea a su ignorancia o malos manejos financieros, llevó a esa administración a la quiebra total, y Edith Aguilar Villavicencio, la presidente municipal que hoy asume la alcaldía mulegina, tiene un panorama totalmente desalentador. Pero no solo eso. Edith Aguilar tendrá que realizar un trabajo serio para desentrañar los niveles de corrupción en que hundió Prado Bautista a esa administración, en los tres años que estuvo al frente.

En Loreto, todo parece indicar que Paola Cota Davis, tendrá este sábado, una asunción aterciopelada, ya que su compañera de partido que le entregará las riendas del Ayuntamiento, no presenta problemas serios en la administración. Bueno, eso es lo que se observa, falta saber si la alcaldesa entrante decide realizar una auditoría, y encuentra desorden o corrupción no tendrá que dejarlo en la impunidad, pues el gobierno estatal estará encima haciéndole observaciones para acabar con ese cáncer gubernamental que es la corrupción.

Otro grave problema en estas ceremonias de cambio de poderes en los ayuntamientos, es el de Comondú el próximo domingo, cuando Walter Valenzuela, el edil saliente, acusado de corrupción, de imponer funcionarios con escaso conocimiento, de manejos poco claros de los recursos financieros y con enormes deudas institucionales como las que tiene con el personal y su claro favoritismo hacia sus amigos y familiares de los funcionarios, ha sido catalogado como una de las peores administraciones municipales, y aquí, Iliana Talamantes, la alcaldesa entrante, tendrá serias dificultades para remontar todos esos males que le hereda el galeno. Y digo que mucho tendrá que hacer, porque ya lo dijo el mandatario sudcaliforniano, “el gobierno del estado no estará salvando a las administraciones municipales con ese tipo de problemas”, así que tendrán que empezar a rascarse solas y sacar adelante a la comuna.

En La Paz, la cosa no es muy diferente, serios problemas con el pago de salarios, a instituciones como el ISSSTE, Foviste, Fonacot y otras instancias como el de la CFE que ayer le cortó el servicio eléctrico al Ayuntamiento, y enormes conflictos, es lo que recibirá Milena Quiroga Romero, no del edil suplente Pilar Carballo, sino de Rubén Muñoz Álvarez, ahora diputado federal de Morena.

Aunque la alcaldesa entrante, que asumirá el cargo el próximo lunes ya dijo que sí auditará a la administración de Rubén Muñoz, puesto que le dejó la “víbora chillando”, con respecto a lo mal que quedó con la ciudadanía en cuanto a la prestación de los servicios fundamentales que debe prestar un ayuntamiento como son los de recolección de basura, agua potable y seguridad. 

Milena Quiroga no la tendrá nada fácil, porque Rubén Muñoz no le dejó un solo peso en las arcas municipales para poder operar los meses que le restan del año.

En Los Cabos, se pinta solo. A pesar de las diferencias entre la alcaldesa Armida Castro Guzmán por esa soberbia de tratar mal al entonces delegado de Cabo San Lucas, ahora alcalde electo que tomará posesión del cargo el próximo martes, todo parece indicar que en cuanto a problemas económicos no los habrá, ya que según el tesorero general actual, Rigoberto Arce, dejará un buen colchón financiero para que pueda operar los meses que restan del año.

Cierto que se augura una ceremonia aterciopelada, pero en el fondo, Oscar Leggs si auditará a la administración de Armida Castro, por varios gastos superfluos que realizó durante los tres años, obras en las que no se aplicaron correctamente los recursos, desvío de recursos y otras situaciones de las cuales iremos dando a conocer conforme el gobierno de Leggs Castro vaya avanzando, porque todo parece indicar, que si se cobrará esa afrenta, máxima que la alcaldesa aun en funciones, ya no es militante de Morena.

Salvo Loreto, podemos decir que las cuatro administraciones municipales salientes no cumplieron con las expectativas de la sociedad que los eligió en cuanto a combate a la corrupción, transparencia en el manejo de los recursos financieros, y en eficientar los servicios públicos municipales, así que dejaron muchos pendientes, por lo que espera de las nuevas administraciones, si cumplan con la prestación de los servicios de recolección de basura, agua potable, seguridad, alumbrado, pero principalmente cumplan con la consigna presidencial de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo.


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