#LaColumnade Alejandro Barañano 🖋️
Lo que nos faltaba, no solo tenemos que vivir bajo la zozobra del Coronavirus, sino que ahora hasta debemos cuidarnos de algunos galenos que están haciendo su agosto con un jugoso y lucrativo negocio, pues venden servicios privados y medicamentos a sobre precio a familiares de pacientes internados por contagio del virus.
Y lo digo porque una investigación realizada por MetrópoliMX, y documentada además por el portal digital Tres|Seis|Cinco, dieron cuenta de que hay médicos que laboran instituciones públicas empezaron a sacar ventaja económica de toda la desinformación, y en algunos casos, desesperación de los familiares por salvarle la vida a sus seres queridos.
El modo operandi de los doctores involucrados en el caso es simple. Primero detectan a una persona internada o intubada infectada de Coronavirus, luego los médicos hablan con los familiares de esos pacientes utilizando los números telefónicos y datos personales con los que se registran y que se supone deberían ser confidenciales.
Posterior a ello, les avisan que debido a la pandemia hay escaso personal médico y sobre medicamentos, lo que genera un duro golpe emocional, preocupación e inquietud por la salud de sus parientes que están internados.
Después esas “almas caritativas” – me refiero a los galenos involucrados- ofrecen sus servicios de modo privados dentro de las clínicas y hospitales, explicando que así estarán más al pendiente de la evolución del estado de salud de su familiar, por lo que cobran una tarifa promedio de mil 500 pesos cada vez que entran revisen o consulten al enfermo, y a cambio otorgan un reporte a través de una llamada telefónica.
La oportunidad de este jugoso negocio, es aprovechando la escasez del medicamento que hay en las instituciones de salud pública, razón por lo cual los doctores metidos en el asunto venden antivirales –tal es el caso del Remdesivir- hasta en un 300 por ciento por arriba de su valor real.
Ahora bien, esta práctica por demás deshonesta era un secreto a voces en los corredores de las clínicas y hospitales del IMSS e ISSSTE, pero obviamente era muy difícil de probar.
Sin embargo desde hace tres meses atrás, los periodistas de MetrópoliMX iniciaron una serie de indagatorias sobre esta situación, exhibiendo como testimonial la grabación telefónica de una conversación entre un médico involucrado y el familiar de un paciente de Covid.
Los protagonistas de esa grabación son un doctor que actualmente funge como alto funcionario del Área de Epidemiología de la Secretaría de Salud de Baja California Sur, y un familiar de un paciente que es identificada como Martha “N”.
Ahí –en la grabación- el médico prácticamente confiesa todos los servicios que ofrece a la familia a cambio de mejorar la situación crítica de su ser querido; asegurando que está atendiendo a ocho pacientes infectados a la vez, y que tres de ellos están internados en el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Además el mismo facultativo confiesa en la grabación –que obra en poder de quien esto escribe- tener el visto bueno del delegado del IMSS, el polémico José Luis Ahuja Navarro, así como del director de la clínica en donde trabaja, por lo que presume sin ningún tapujo ni aspaviento un sonoro “me la pelan”.
Ahora bien, el negocio de Lord “me la pelan” está dividido en dos modalidades. La primera vendiendo una revisión médica dentro de la clínica publica -por la se supone que cobran un sueldo- cobrando por ello mil 500 pesos bajo el concepto de “consulta a domicilio”.
Luego entonces es cuando viene la otra parte del asunto, cuando la familia tendrá que pagar de 6 a 12 “consultas a domicilio” en el periodo de internamiento en que este internado su familiar.
Por ende el lucrativo negocio será vender el medicamento Remdesivir en 25 mil pesos, lo que representa más del 300 por ciento de su valor real, pues el precio autorizado por la farmacéutica Gilead Science es de 8 mil 190 pesos.
Por cada venta realizada el médico obtiene una ganancia promedio de 16 mil 810 pesos, y en el caso del familiar del paciente de Covid con quien se sostuvo la conversación por teléfono, ese médico del IMSS asegura que ocupará 6 tratamientos, obteniendo así una ganancia de 100 mil 860 pesos. ¡Quihubole! ¿Es no es un buen negocio?
Ante todo lo narrado, el Instituto Mexicano del Seguro Social en Baja California Sur informó mediante un escueto escrito, que cuenta con la Coordinación de Atención y Orientación al Derechohabiente, la cual está a disposición de todo aquella persona que quiera interponer alguna denuncia o queja.
Según la vocería el polémico delegado del IMSS en la entidad, José Luis Ahuja Navarro, dicha área no cuenta con ninguna queja bajo los supuestos mencionados en las notas informativas realizada por MetrópoliMX y Tres|Seis|Cinco, por lo que invita a los derechohabientes que se dicen afectados a presentar la denuncia correspondiente y con ello proceder a las investigaciones pertinentes, y en su caso aclarar dichos hechos y fincar responsabilidades, en especial al ya famoso Lord “me la pelan”.
Así que será cuestión de esperar un poco para ver qué sucede al respecto; por lo que mejor quien esto escribe seguirá BALCONEANDO. . .
Comentarios
Publicar un comentario