En Los Cabos queda evidenciado que las prácticas no es exclusiva de un solo partido político sino una violencia generalizada presente también en los sistemas normativos internos con el fin de obstaculizar a los que verdaderamente busca servir con pasión y convicción.
Urge actuar a la brevedad en el ámbito legislativo, construir un tipo penal que sancione a quienes violentan la participación de ciudadanos con buenos deseos, para que puedan ejercen sus derechos políticos-electorales. Es inaceptable que “Los Buenos” continúen siendo agredidos y que estos hechos permanezcan en su mayoría impunes.
Las ciudadanos no podemos seguir siendo excluidos de los espacios de toma de decisión que determinan el rumbo de nuestras comunidades y el desarrollo de las mismas. “Ser ciudadano y no político no debe ser obstáculo para desempeñar un cargo público”
La discriminación y violencia son una constante hacia los ciudadanos de buenas costumbres que participan en la vida política.
Los ciudadanos no solo somos una causa, somos un movimiento, un movimiento global que hoy más que nunca está tomando acción frente a un sistema que acaba día con día con nuestra participación , con los derechos básicos, con la forma de relacionarnos y con la vida democrática de nuestras comunidades.
Vamos a entrarle al tiro derecho, no nos vamos a dejar y vamos seguir con la bandera la justicia y la honestidad por delante, no vamos a mirar para abajo “Puro para 🅰️®️riba”
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