El cubrebocas puede reforzar la prevención de enfermedades infecciosas, como el nuevo coronavirus, cuando se utiliza de manera correcta y en el momento adecuado. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha enfatizado que las mascarillas quirúrgicas no proporcionan por sí solas suficiente protección y deben tomarse otras precauciones igualmente importantes, como es el lavado frecuente de manos y no tocar la superficie de protección con las manos sucias.
El uso incorrecto de este instrumento puede aumentar el riesgo de transmisión asociado a prácticas inadecuadas sobre el modo de llevarlo, retirarlo y desecharlo, comentó la jefa de la Jurisdicción Sanitaria 3 La Paz, Ana Ibeth Islas Canizales al citar el ejemplo erróneo en que incurren las personas al colocarse el cubrebocas sin lavar previamente sus manos. Puede darse el caso de que hayan tocado una superficie contaminada por Covid-19 y al manipular la mascarilla trasladan el virus de sus manos al área del respirador y con esto incrementan significativamente su exposición al patógeno.
Otra equivocación frecuente, pero igual de riesgosa, es la que cometen quienes ya se colocaron un cubrebocas y al paso de los minutos, por incomodidad, comezón, acaloramiento o incluso por un movimiento involuntario, tocan la parte frontal sin antes haber desinfectado sus manos. Esto puede convierte al objeto en un fomite, es decir un objeto contaminado con saliva o fluidos de una persona ya infectada, que lo convierte en una fuente de contagio, detalló.
Las mascarillas están indicadas para personas con síntomas respiratorios. Una persona sana solo necesita llevar mascarilla cuando atiende a un paciente sospechoso o confirmado por Covid-19. También se recomienda su uso al entrar en una habitación o espacio donde hayan ingresado pacientes sospechosos o confirmados, lugares donde se agrupen pacientes respiratorios, así como en espacios cerrados de elevada concurrencia. No es necesario llevar mascarilla durante la estancia en una habitación individual, pero sí cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo de papel desechable al toser o estornudar. Desechar el pañuelo correctamente y lavarse las manos inmediatamente después.
Entre las instrucciones para el adecuado uso de estos objetos se establece que el usuario se asegure que cubre su boca y nariz. No tocar su superficie con las manos, se debe hacer con los elásticos. Tampoco debe tocarse la parte frontal al retirarse. En cuanto la mascarilla esté húmeda, sustitúyala por otra limpia y seca. No dejarlo en superficies sucias, ni compartirlo con nadie. Tampoco debe usarse en cuello o cabeza. Al desecharlos, deben colocarse en una bolsa de plástico, debidamente sellada y confinada en los desechos inorgánicos no reutilizables.
Islas Canizales puntualizó que la propia OMS ha subrayado en documentos oficiales que cuando no está indicada, la utilización de mascarillas médicas da lugar a gastos innecesarios, obliga adquirir material y crea una falsa sensación de seguridad que puede hacer que se descuiden otras medidas esenciales, como la higiene de las manos, aplicar el estornudo de etiqueta, priorizar el resguardo domiciliario y solo salir para lo estrictamente necesario. En caso de ser así, permanecer el menor tiempo posible en lugares muy concurridos.
Comentarios
Publicar un comentario