BURÓ POLÍTICO
POR ARIEL VILCHIS
Sin duda hay situaciones en nuestro estado que requieren de la intervención de los legisladores federales sudcalifornianos, que dicho sea de paso, deben procurar el bienestar de los habitantes de la media península además de la labor intrínseca de legislar, ya que para eso fueron electos.
Lo anterior no todos nuestros legisladores lo han entendido bien y quizá a algunos les sienta de maravilla la frase de “buenos para nada y malos para legislar”. Eso sí, muy grilleros y buenos para las arengas en tribuna si son; tanto que ya hay una legisladora que se ganó el mote de “valiente” por parte de su coordinador Ricardo Monreal en la cámara de senadores.
Es el caso de la senadora de la república LUCÍA TRASVIÑA WALDENRATH “LA GILBERTONA CHOYERA”, como cariñosamente le dicen los ciudadanos sudcalifornianos. Esta legisladora que llegó a la cámara alta por el ya conocido accidente electoral del 2018, se ha caracterizado por regalarnos cada joya en las redes sociales por sus constantes tropezones que van desde hacer listas de traidores a la patria, fotografiarse portando armas de fuego y la última fue hacer un reclamo a través de Twitter hacia el gobierno del estado por la contaminación del aire que realiza diariamente la Central Termoeléctrica del libramiento Santiago Oseguera en la capital del estado.
Y es que si bien es cierto que la termoeléctrica emite diariamente contaminantes como dióxido de nitrógeno y azufre, a la senadora LUCÍA TRASVIÑA WALDENRATH –LA GILBERTONA- se le olvidó por un momento que la termoeléctrica es responsabilidad de la Comisión Federal de Electricidad, que es precisamente el gobierno federal el responsable y que es por su política mal entendida de la austeridad que la Central Termoeléctrica no ha recibido el mantenimiento preventivo correspondiente y mucho menos utiliza los filtros necesarios para su buen funcionamiento.
Por supuesto que Lucía Trasviña recibió eco de su demanda, las mismas redes sociales se ocuparon en recordarle que, por su parte, el gobierno del estado si ha trabajado en encontrar una solución al problema de las emisiones contaminantes producto de la generación de energía eléctrica.
Primeramente la utilización de Sistemas de Energía Sustentables con la construcción de la Planta de Gas Natural en el puerto de Pichilingue, que permitirá la generación de energía eléctrica más barata y menos contaminante. En segundo lugar el impulso que le dio el gobierno del estado al proyecto del Cable de Transmisión Eléctrica que permitiría interconectar a Baja California Sur con el estado de Sonora, lo cual generaría un mejor servicio de energía y disminuiría la contaminación de las plantas termoeléctricas de ciudad de La Paz. Proyecto que el gobierno de la 4T canceló.
De tal suerte que pareciera que Lucía -la Gilbertona- anhela igualar a su tocaya como influencer de las redes sociales, pero no hace otra cosa que tropezarse una y otra vez con su propia lengua. Una verdadera lástima el escaño que ocupa Lucía Trasviña en el senado de la república, ¡qué desperdicio de espacio y qué nivel tan mediocre de debate! Quizá a la Trasviña le vendría bien regresar a su antigua actividad, la que nunca debió dejar: CANTAR EN REUNIONES Y VERBENAS FAMILIARES. Es mi opinión, al tiempo…
Sus comentarios a rostrosyperfilesbcs@gmail.com
POR ARIEL VILCHIS
Sin duda hay situaciones en nuestro estado que requieren de la intervención de los legisladores federales sudcalifornianos, que dicho sea de paso, deben procurar el bienestar de los habitantes de la media península además de la labor intrínseca de legislar, ya que para eso fueron electos.
Lo anterior no todos nuestros legisladores lo han entendido bien y quizá a algunos les sienta de maravilla la frase de “buenos para nada y malos para legislar”. Eso sí, muy grilleros y buenos para las arengas en tribuna si son; tanto que ya hay una legisladora que se ganó el mote de “valiente” por parte de su coordinador Ricardo Monreal en la cámara de senadores.
Es el caso de la senadora de la república LUCÍA TRASVIÑA WALDENRATH “LA GILBERTONA CHOYERA”, como cariñosamente le dicen los ciudadanos sudcalifornianos. Esta legisladora que llegó a la cámara alta por el ya conocido accidente electoral del 2018, se ha caracterizado por regalarnos cada joya en las redes sociales por sus constantes tropezones que van desde hacer listas de traidores a la patria, fotografiarse portando armas de fuego y la última fue hacer un reclamo a través de Twitter hacia el gobierno del estado por la contaminación del aire que realiza diariamente la Central Termoeléctrica del libramiento Santiago Oseguera en la capital del estado.
Y es que si bien es cierto que la termoeléctrica emite diariamente contaminantes como dióxido de nitrógeno y azufre, a la senadora LUCÍA TRASVIÑA WALDENRATH –LA GILBERTONA- se le olvidó por un momento que la termoeléctrica es responsabilidad de la Comisión Federal de Electricidad, que es precisamente el gobierno federal el responsable y que es por su política mal entendida de la austeridad que la Central Termoeléctrica no ha recibido el mantenimiento preventivo correspondiente y mucho menos utiliza los filtros necesarios para su buen funcionamiento.
Por supuesto que Lucía Trasviña recibió eco de su demanda, las mismas redes sociales se ocuparon en recordarle que, por su parte, el gobierno del estado si ha trabajado en encontrar una solución al problema de las emisiones contaminantes producto de la generación de energía eléctrica.
Primeramente la utilización de Sistemas de Energía Sustentables con la construcción de la Planta de Gas Natural en el puerto de Pichilingue, que permitirá la generación de energía eléctrica más barata y menos contaminante. En segundo lugar el impulso que le dio el gobierno del estado al proyecto del Cable de Transmisión Eléctrica que permitiría interconectar a Baja California Sur con el estado de Sonora, lo cual generaría un mejor servicio de energía y disminuiría la contaminación de las plantas termoeléctricas de ciudad de La Paz. Proyecto que el gobierno de la 4T canceló.
De tal suerte que pareciera que Lucía -la Gilbertona- anhela igualar a su tocaya como influencer de las redes sociales, pero no hace otra cosa que tropezarse una y otra vez con su propia lengua. Una verdadera lástima el escaño que ocupa Lucía Trasviña en el senado de la república, ¡qué desperdicio de espacio y qué nivel tan mediocre de debate! Quizá a la Trasviña le vendría bien regresar a su antigua actividad, la que nunca debió dejar: CANTAR EN REUNIONES Y VERBENAS FAMILIARES. Es mi opinión, al tiempo…
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