CERRAZÓN Y FANATISMO

BALCONEANDO

Por Alejandro Barañano

No fuimos pocos los que ayer vivimos un día plagado de emociones, inmutes y sorpresas. Un día que arrancó con un recinto legislativo dividido e incluso virulento por decirlo de alguna manera, con dos bandos que mostraban actitudes de cerrazón en algunas ocasiones y después rayando en el fanatismo puro y desmedido.

Conforme pasaron los minutos varios diputados fueron fijando su postura en torno al matrimonio igualitario; unos a favor y otros en contra, ello mediante pronunciamientos previos a su discusión.

Por ejemplo, la diputada Lorenia Lineth Montaño Ruiz dijo que ya se había propiciado una confrontación de grupos religiosos y los integrantes de la actual legislatura, ello derivado por el dictamen con proyecto de decreto que presentó la Comisión de Puntos Constitucionales y de Justicia, esto a iniciativa de la diputada Rosalba Rodríguez López. 

Las puertas del recinto habían sido cerradas como medida de seguridad ya que la Sala de Sesiones  “José María Morelos y Pavón” estaba abarrotada por los grupos antagónicos, y justo cuando la diputada Loreina Lineth Montaño Ruiz se dirigía a sus homólogos y quienes ahí se encontraban, cual energúmeno comenzó a vociferar Gustavo López Avilés -esposo de la diputada Perla Flores Leyva- incitando al desorden, lo que dio pie a varias llamadas de atención ante su estridente e insensato actuar.

Prosiguió con el uso de la voz la diputada Elizabeth Rocha Torres, apoyando una sociedad de convivencia pero no un matrimonio igualitario, y haciendo un llamado a los demás legisladores para que vieran por el bien de la población y no por un solo grupo al que definió como “minoritario”.

La réplica vino de parte de la diputada Mercedes Maciel Ortiz quien expresó que la historia nos ha enseñado que ensanchar la libertad  y reconocer derechos la igualdad jamás ha sido equivocado. Gritos, aplausos, más gritos y más aplausos generó su pronunciamiento.

Caía ya la tarde y tras haber agotado los diversos análisis y las variadas revisiones, se pasó a lo que muchos esperaban, la votación, y con catorce sufragios a favor, cinco en contra y una abstención, las reformas al Código Civil con las cuales se instituye el matrimonio igualitario en su artículo 150 estaba dado.

El sentido de la votación en lo general y en lo particular se expresó, estando a favor Esteban Ojeda Ramírez, Humberto Arce Cordero, Héctor Manuel Ortega Pillado, Milena Paola Quiroga Romero, José Carlos Van Wormer Ruiz, María Petra Juárez Maceda, María Rosalba Rodríguez López, Sandra Guadalupe Moreno Vázquez, Marcelo Armenta, María Mercedes Maciel Ortiz, Anita Beltrán Peralta, Daniela Viviana Rubio Avilés, Soledad Saldaña Bañalez y Homero González Medrano.

Votaron en contra Perla Guadalupe Flores Leyva,  Maricela Pineda García, Rigoberto Murillo Aguilar, Lorenia Lineth Montaño Ruiz y Elizabeth Rocha Torres. La abstención fue de José Luis Perpuli Drew y se registró una falta, la de Ramiro Ruiz Flores, quien por razones por demás entendibles no pudo estar presente.

Así la propuesta de reforma al Código Civil de Baja California Sur en su artículo 150 ahora establece que “el matrimonio es la unión libre de dos personas para realizar la comunidad de vida, en donde ambos se procuran respeto, igualdad y ayuda mutua, mediante la cohabitación doméstica y sexual. Debe celebrarse ante el Oficial del Registro Civil y con las formalidades que estipule el presente código, bajo estos principios”.

Gritos, aplausos, más gritos y más aplausos fue el colofón de esa sesión maratónica en el Congreso del Estado, pero algo me dejó de enseñanza en lo personal, y que es que debemos tener en claro quiénes somos y dónde estamos; que gozamos de progreso y libertad porque aceptamos ciertos límites en el ejercicio de nuestra propia libertad y en nombre de la cual no todo vale. Si en nuestro mundo aceptamos esos límites no podemos permitir que otros los violenten. Repeler la agresión no es venganza, es simplemente restablecer el orden de las libertades alteradas, es decir, restaurar la ley que regula nuestra convivencia frente a quienes con su cerrazón y dogmatismo en ocasiones nos agreden; por lo que quien esto escribe mejor seguirá BALCONEANDO. . .