Tras cumplir cabalmente con todas las regulaciones federales, además de contar con un sólido respaldo de la ciudadanía, la Secretaría de Salud en la entidad, en conjunto con World Mosquito Program, WMP, implementa la primera fase de campo del proyecto Wolbachia, que consiste en la liberación de zancudos imposibilitados biológicamente para transmitir el dengue, Zika y chikungunya, a fin de que se reproduzcan con los ejemplares silvestres.
Así lo informó el secretario del ramo en la entidad, Víctor George Flores al recordar que este innovador y seguro método de control biológico está enfocado en reducir la transmisión de estas enfermedades, mediante la liberación controlada de mosquitos Aedes aegypti portadores de Wolbachia, que al aparearse con los mosquitos autóctonos remplazan la población de este insecto por especímenes que están imposibilitados para infectar con estos padecimientos al ser humano.
La primera fase de campo comenzó el primer bimestre de este año, en dos polígonos de la capital del estado que contempla colonias como Bellavista, Rinconada, 20 de noviembre, Las Garzas e Indeco, por mencionar algunas, donde por iniciativa propia un total de 526 ciudadanos hospedan en sus viviendas particulares los “zancukits”, que son recipientes de cartón que en su interior poseen cápsulas con huevecillos de moscos Aedes aegypti con Wolbachia, a las que se añade agua para que evolucionen a etapa adulta y se reproduzcan con zancudos autóctonos.
Esta inicial liberación se efectúa luego de que la Secretaría de Salud en el estado y World Mosquito Program desarrollaron una encuesta en la capital del estado, cuyos resultados ratificaron la aceptación y conocimiento del proyecto por parte de la ciudadanía de La Paz, que se suma a la aprobación del Grupo de Referencia Comunitaria, integrado por personalidades reconocidas en el ámbito social y académico.
George Flores puntualizó la seguridad de este método Wolbachia que quedó ratificada en la ciudad de Townsville, en Australia, donde la transmisión local de dengue se ha interrumpido por cuatro años consecutivos tras la aplicación de esta tecnología, sin que se hayan presentado consecuencias negativas para el ecosistema o la población.