BURÓ POLÍTICO
POR ARIEL VILCHIS
El tema es complejo y tiene varias aristas, la movilidad urbana por supuesto que debe enfrentarse de manera integral ya que tiene que ver con planeación urbana, transporte público masivo, infraestructura y modernización. La movilidad urbana requiere de eso y quizá mucho más. Pero es precisamente por lo anterior que Baja California Sur demanda de manera urgente una Ley de Movilidad que hasta el momento duerme el sueño de los justos.
Efectivamente, el estado necesita una Ley de Movilidad que ponga orden y genere condiciones de bienestar, eficacia y prosperidad en medio de un contexto de ineficiencias y vacíos que van desde el crecimiento acelerado de las ciudades y la introducción de alternativas en materia de transporte, sobre todo las de plataformas digitales, lo cual debe ser prioritario.
Si bien, como mencioné líneas arriba, la movilidad es un tema complejo, en éste momento debe ser prioritario para los integrantes del congreso del estado el regular el tema del transporte público y sus nuevas modalidades, incluidas en la Ley de Movilidad que presentara al Congreso del Estado el Ejecutivo estatal en el mes de octubre pasado.
La urgencia no es tal, sino una verdadera necesidad. Y el ejemplo más claro lo encontramos en lo ocurrido el día de ayer en el municipio de Los Cabos, donde se ha desatado una guerra entre operadores de taxis y Uber, llegando a su punto más álgido hasta el momento con un terrible accidente en la carretera federal San José del Cabo-Cabo San Lucas con saldo de varios lesionados. Es precisamente lo que se debe de evitar y no hay otra manera que por la vía de la reglamentación, es decir, que Baja California Sur cuente con su Ley de Movilidad que les dé certeza a los USUARIOS y a quienes se dedican al transporte público.
Los desacuerdos no deben de resolverse con VIOLENCIA y sin embargo en el municipio de Los Cabos se está llegando a ello. Solo podemos esperar que no escale más y que la actitud reprobable de un miembro de los taxistas cabeños al embestir a un conductor de UBER y provocar un accidente de tránsito no quede impune y que sirva como parámetro para que los legisladores locales pulsen el ambiente que se vive por no contar con leyes modernas que regulen la actividad de los prestadores de transporte público.
Sin poses políticas, la aprobación de la Ley de Movilidad para BCS está en la cancha del Congreso Local en el próximo periodo ordinario de sesiones a iniciar Marzo. En sus manos se encuentra la oportunidad de transitar a la modernidad tomando en cuenta las diferentes voces, por supuesto poniendo piso parejo para todos. Es su responsabilidad ante un reclamo social y un derecho a la libertad que tienen los ciudadanos y la sociedad de transportarse como mejor le convenga. Ayer fue la primera llamada y seguramente se encendieron focos rojos. Ya veremos qué sucede, es mi opinión, al tiempo…
Sus comentarios a rostrosyperfilesbcs@gmail.com
POR ARIEL VILCHIS
El tema es complejo y tiene varias aristas, la movilidad urbana por supuesto que debe enfrentarse de manera integral ya que tiene que ver con planeación urbana, transporte público masivo, infraestructura y modernización. La movilidad urbana requiere de eso y quizá mucho más. Pero es precisamente por lo anterior que Baja California Sur demanda de manera urgente una Ley de Movilidad que hasta el momento duerme el sueño de los justos.
Efectivamente, el estado necesita una Ley de Movilidad que ponga orden y genere condiciones de bienestar, eficacia y prosperidad en medio de un contexto de ineficiencias y vacíos que van desde el crecimiento acelerado de las ciudades y la introducción de alternativas en materia de transporte, sobre todo las de plataformas digitales, lo cual debe ser prioritario.
Si bien, como mencioné líneas arriba, la movilidad es un tema complejo, en éste momento debe ser prioritario para los integrantes del congreso del estado el regular el tema del transporte público y sus nuevas modalidades, incluidas en la Ley de Movilidad que presentara al Congreso del Estado el Ejecutivo estatal en el mes de octubre pasado.
La urgencia no es tal, sino una verdadera necesidad. Y el ejemplo más claro lo encontramos en lo ocurrido el día de ayer en el municipio de Los Cabos, donde se ha desatado una guerra entre operadores de taxis y Uber, llegando a su punto más álgido hasta el momento con un terrible accidente en la carretera federal San José del Cabo-Cabo San Lucas con saldo de varios lesionados. Es precisamente lo que se debe de evitar y no hay otra manera que por la vía de la reglamentación, es decir, que Baja California Sur cuente con su Ley de Movilidad que les dé certeza a los USUARIOS y a quienes se dedican al transporte público.
Los desacuerdos no deben de resolverse con VIOLENCIA y sin embargo en el municipio de Los Cabos se está llegando a ello. Solo podemos esperar que no escale más y que la actitud reprobable de un miembro de los taxistas cabeños al embestir a un conductor de UBER y provocar un accidente de tránsito no quede impune y que sirva como parámetro para que los legisladores locales pulsen el ambiente que se vive por no contar con leyes modernas que regulen la actividad de los prestadores de transporte público.
Sin poses políticas, la aprobación de la Ley de Movilidad para BCS está en la cancha del Congreso Local en el próximo periodo ordinario de sesiones a iniciar Marzo. En sus manos se encuentra la oportunidad de transitar a la modernidad tomando en cuenta las diferentes voces, por supuesto poniendo piso parejo para todos. Es su responsabilidad ante un reclamo social y un derecho a la libertad que tienen los ciudadanos y la sociedad de transportarse como mejor le convenga. Ayer fue la primera llamada y seguramente se encendieron focos rojos. Ya veremos qué sucede, es mi opinión, al tiempo…
Sus comentarios a rostrosyperfilesbcs@gmail.com